Grooming: ¿qué es?
Se denomina Grooming a la situación en la que una persona adulta acosa sexualmente a un niño, niña o adolescente mediante el uso de Internet, buscando ya sea un encuentro personal, o conseguir imágenes íntimas de la víctima (generalmente en ropa interior o en estado de desnudez).
Formas de Grooming
Existen dos maneras en las que la persona adulta puede conseguir las imágenes personales de la persona menor.
- 1. A partir del hackeo de cuentas.
- 2. Con fase previa de generación de confianza.
Hackeo de cuentas
En este tipo de grooming, quien acosa logra tener fotos o videos sexuales de chicos y chicas mediante la obtención de contraseñas o hackeo de cuentas, es decir, a la fuerza. Una vez que consigue el material, extorsiona a la víctima con mostrarlo si esta no le entrega más material o si no accede a un encuentro personal. En estos casos, la víctima puede no saber cómo la persona acosadora consiguió el material.
Con fase previa de generación de confianza
La otra manera en la que suele darse el grooming es a partir de una fase previa de generación de confianza, lo que le permite que sea el chico o la chica quien le entregue el material a quien acosa, víctima de la manipulación. En estos casos, la persona adulta miente sobre su identidad, haciéndose pasar por un menor de edad. Esto lo logra a partir de hacerse un perfil falso en una red social, foro o videojuego, en donde simula ser también menor para entablar una relación de “amistad” con la víctima. Una vez que logra su confianza, suele pedirle una foto o video íntimo con contenido sexual. Pasado un cierto tiempo, la persona acosadora suele pedir también un encuentro personal; si el chico o la chica no accede, puede amenazar con divulgar las imágenes. Este es el punto más riesgoso, al que jamás debemos acceder.
¿Cómo prevenir?
La mejor manera de prevenir el grooming (así como cualquier tipo de acoso) es:
Tener cuidado a la hora de compartir o enviar información o imágenes íntimas en redes sociales o chats, especialmente si se trata de usuarios a los que nunca conocimos en persona. También tener en cuenta que la información pública que exponemos en nuestras redes puede ser utilizada por la persona acosadora para simular similitud de intereses y así generar un vínculo.
Apagar la cámara web cuando chateamos, ya que del otro lado pueden estar grabando nuestra imagen.
Utilizar un sobrenombre como nick o usuario cuando jugamos online. Es preferible no usar nuestro nombre completo y evitar usar el apellido.
Configurar la privacidad y seguridad de nuestras cuentas y dispositivos.
¿Qué hacer?
Charlar con una persona adulta de confianza. Si detectamos que estamos siendo víctimas de un caso (o un posible caso) de grooming, lo mejor siempre es acercarnos a una persona adulta de confianza con quien podamos hablar sobre el tema, que seguramente nos podrá acompañar de forma responsable. Puede ser un padre, una madre, una tía o un tío, un o una docente o cualquier persona adulta con quien sintamos confianza. No hay que avergonzarse de la situación, tenemos que saber que fuimos víctimas del chantaje de un adulto, y eso bajo ningún punto de vista es nuestra culpa.
Además, es importante que sepamos que en Argentina el grooming es un delito penado por ley, con una penalización que incluye prisión de 6 meses a 4 años. Por eso, para el caso que decidamos hacer la denuncia penal acompañados por una persona adulta, debemos guardar las pruebas del acoso (no borrar conversaciones o datos que puedan ser útiles a la justicia).
¿Qué hacer si pasa?
- No borres ningún contenido de la computadora o teléfono celular: las conversaciones, imágenes y videos que la persona acosadora envió deben ser guardados como prueba.
- No amenaces, increpes o mantengas una conversación con la persona abusadora.
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